jueves, 5 de marzo de 2009

Comprender los términos para entender el proceso de Alfabetización Informacional

En todo proceso es fundamental que las personas involucradas comprendan no solo el propósito, sino que conozcan los principales conceptos que definen ese propósito. En varios escenarios donde se ha tratado el tema de alfabetización hemos notado que persiste una confusión terminológica y conceptual entre alfabetización digital, alfabetización informacional y Educación a Usuarios, este último concepto defendido con vehemencia por bibliotecarios de muchos años de experiencia

Si bien la Alfabetización Informacional no es un concepto que surge en años recientes, pues en el mundo se hace referencia del término por primera vez en el año 1974, no es hasta el avance de la Sociedad de la Información que bibliotecarios y documentalistas empiezan a mostrar interés por aplicar el proceso en sus contextos particulares.

Como la propia vida, las profesiones, las personas, los contextos y los procesos están en constante cambio y evolución. Será entonces que las bibliotecas no forman parte de esa dialéctica y que hoy hacemos exactamente lo mismo que cuando no existían las tecnologías y nuestros usuarios solo podían acceder a la información asistiendo a la biblioteca y consultando la literatura impresa. Será que hoy podemos limitarnos a mostrarles a los usuarios el funcionamiento de la biblioteca y los recursos de información a los cuales puede acceder, como se hacia en las actividades que tradicionalmente llamábamos educación o formación de usuarios. Será que en la década del 90 ya veíamos nuestra interacción con el usuario como un proceso de enseñanza aprendizaje. O será simplemente que como parte del cambio, no se ha inventado un nuevo término, sino que ese concepto evoluciono dando lugar a un proceso cualitativamente superior, caracterizado por el desarrollo de competencias informacionales, llamado Alfabetización Informacional. Un proceso que necesariamente incorpora elementos que no estaban definidos en la Formación de Usuarios y que hoy vienen a complementar lo que se hacia anteriormente, con una visión que implica el cambio en la forma en que los individuos utilizan la información en sus actividades profesionales y en su vida personal.

No se trata de perder fuerzas poniéndonos del lado de un paradigma o del otro, se trata de utilizar la inteligencia para entender el cambio de rol de los bibliotecarios y la urgencia de incorporar los nuevos conceptos a los procesos que desde siempre hacíamos. No nos cabe la menor duda que desde Alejandría, siempre hubo bibliotecarios dedicados, que con amor custodiaban el conocimiento y lo transmitían de generación en generación; pero estamos seguros que si el bibliotecario de hoy no hubiera incorporado nuevos conceptos y formas de hacer; si no hubiera hablado de gestión de información y gestión del conocimiento o de trabajo en red, hubiesen desaparecido como consecuencia lógica de la propia evolución. Entonces por qué no darle una mirada a la Alfabetización Informacional, partiendo de que conceptualmente significa un cambio en la función de bibliotecarios y documentalistas y de lo que este concepto representa para el Sistema de Salud cubano y los profesionales de la salud, la utilización consciente, ética y responsable de la información científico pertinente para el desarrollo de la docencia, la investigación, la asistencia y la toma de decisión.

La producción excesiva de información y el transporte de la misma mediante los sistemas de información a través del mundo a velocidades sin precedentes, exige una mayor capacidad de adaptación al medio, reflejada en la autonomía requerida para llevar a cabo los procesos que hacen parte de la cotidianidad. Exige autonomía en el trabajo, autonomía para pensar y, en el marco de la educación, autonomía para aprender.

La competencia informacional se incluye hoy como imprescindible en la educación superior facilitando el “aprender a aprender” y el “aprendizaje continuo” y el reconocimiento de la integración entre datos, información y conocimiento. Una cosa son los datos y otra bien distinta es la capacidad de interpretarlos, darles sentido y significado útil para ciertos propósitos; es transformar los datos informativos en conocimiento, en saber emplear la información al servicio de la resolución de problemas, lo que le aportaría la dimensión social a la información.

La metodología de su enseñanza debe combinar la utilización de espacios de aprendizaje variados que combinen lo presencial con lo virtual integrándose profesores y bibliotecarios al proceso de enseñanza-aprendizaje, lo que requiere de capacitación pedagógica para facilitar los conocimientos, tecnológica para utilizar la plataforma educativa y la interacción con los servicios de la Web 2.0, en la producción de medios para explicitar el conocimiento ofertando objetos de aprendizajes adecuados y como fundamental, habilidades de búsqueda, selección, análisis crítico, reelaboración y comunicación de información, como el desarrollo de actitudes éticas hacia el uso de la misma, aplicando el diseño curricular del Programa de Alfabetización Informacional en Salud, fundamentado en el árbol de competencias núcleo que propone, partiendo de una estructura conformada por macrocompetencias, de las cuales se derivan varias competencias con sus logros e indicadores de logros de aprendizaje.

El proceso de alfabetización informacional requiere de su comprensión, por lo que debemos partir de sus conceptos, principios y métodos para su aplicación contextualizada.

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